El problema de los UNIVERSALES

EL PROBLEMA DE LOS UNIVERSALES Y EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA 

En la edad media surge a partir de los comentarios elaborados por el neoplatónico Porfirio a las obras de Aristóteles una problemática teórica que generaría amplias discusiones en los medios intelectuales de la época, se trata del llamado "problema de los UNIVERSALES". Porfirió formuló las que consideraba "preguntas sin resolver" a partir de la obra del estagirita. Esas preguntas hablaban sobre los géneros o especies, y sobre la posibilidad de que estas se puedan considerar sustancias (la "gatidad" del gato, la "humanidad" del hombre, etc.). Se comienza entonces a reflexionar sobre el concepto universal (el gato, el hombre), que no se refiere a un individuo en particular sino a todo el género y se preguntó si se puede considerar al universal como algo objetivo o solo como cuestión mental; además apareció la cuestión sobre la posible relación existente entre los universales y las entidades de la naturaleza.

En el siglo XI la ciudad de París no era sino un pálido prospecto de lo que es hoy. Un asentamiento humano a orillas de un rio, sin un adecuado sistema de alcantarillado, una serie de calles estrechas y callejones en donde podían encontrarse diversos tipos de personas, muchos de ellos delincuentes provenientes de los más diversos lugares, mercaderes y andantes, siervos en busca de superar sus condiciones de vida pobre y servil, y clérigos frecuentemente rondando las esferas del poder.

Mientras en la ciudad de Constantinopla, capital del imperio Bizantino los temas que preocupaban a los académicos derivaron hacia puntos que para la actualidad podrían ser tanto estériles como absurdos, es el caso del tema “el tamaño de los ángeles” que curiosamente en la actualidad aún parece preocupar a algunas personas, en la ciudad de Paris las discusiones se referían al problema de la naturaleza singular de las cosas y su relación con los conceptos generales o universales.

Algunas personas piensan, creo que en cierto modo acertadamente, que las discusiones bizantinas también estaban en París. Los académicos de lo que sería más tarde la Universidad de Paris, dedicaban esfuerzos y debates a aclarar hasta qué punto, los conceptos que nos hacemos de las cosas concretas y particulares se vinculan con las ideas generales o universales. 

De estas discusiones resulta un serio problema para la actividad intelectual que consiste en saber si en última instancia resulta válido el conocimiento, sobre todo el conocimiento científico que utiliza los conceptos universales para estructurar su discurso. Es válido un concepto universal? Se puede considerar objetivo el concepto universal? Se puede considerar objetiva la ciencia que utiliza conceptos universales? si la ciencia no utiliza conceptos universales, se puede decir que sus resultados son generalizables? ¿Si los resultados de un área del conocimiento no son generalizables, los podemos considerar científicos?

 A este problema se le buscaron diferentes tipos de solución entre los cuales sobresalen el realismo absoluto y el nominalismo, sin embargo existieron posiciones intermedias que tienen indudablemente alguna importancia.

Realismo absoluto:

El realismo absoluto fue la posición adoptada por la escolástica, y sostenía que los universales son substancias, que tienen realidad, que existen fuera de la mente humana y fuera de las cosas concretas que percibimos a través de los sentidos. Se considera entonces que los universales son entidades anteriores a las cosas particulares.

Dos pensadores de tendencia platónica en la edad media son los principales representantes del "realismo" (que lo colocamos entre comillas ya que el término obedece a su creencia en que los universales son "reales"), estos son Anselmo de Aosta, también conocido como Anselmo de Cantorbery o San Anselmo, y Juan Duns Escoto, también conocido como el Doctor Sutil, debido posiblemente a lo cauteloso de sus discursos cuando tuvo que enfrentarse con Tomás de Aquino.

Anselmo creía en las ideas platónicas, y sostenía que la realidad se rige por las ideas y no al contrario.

Por su parte Duns Escoto afirmaba que los universales eran las mismas ideas de Dios, que vienen a ser los "arquetipos" de lo creado, esto es como los moldes o modelos mediante los cuales se ha creado la totalidad de lo real. De aquí deduce entonces que Dios se basa en los universales para crear.

Posiciones intermedias:

El conceptualismo expuesto por Pedro Abelardo (1079-1142). La influencia de Aristóteles era cada vez mas notoria en la edad media y Abelardo exponía en Paris, no sin generar cierto nivel de escándalo ( a veces inevitable!!) una crítica al realismo absoluto, posición claramente religiosa, pero que no se comprometía con quienes negaban de plano la existencia de los universales. Los universales no son substancias ni solo palabras, el conocimiento no es un recuerdo sino una abstracción de lo que se ha percibido en la realidad (conocimiento de particulares). Posteriormente al conocimiento se abstraen las semejanzas y son estas las que dan lugar a la formación de conceptos universales. A pesar de que para nosotros puede resultar evidente, Abelardo no se comprometió mas allá, y dejó sin aclarar si estos conceptos tienen o no una naturaleza en si.

Otra posición intermedia es la de Tomás de Aquino (1225-1274), la cual al parecer de muchos se muestra contradictoria, pero que puede tener a su favor el hecho de que se había optado por tomar el texto árabe de Aristóteles y traducirlo al latín, lo cual lo hacía más comprensible, pero sacrificaba algo de su coherencia; también con influencia aristotélica, Tomás de Aquino propone el Realismo Moderado o Realismo Abstractivo, que se atreve a considerar que los únicos seres existentes son los individuales (que cuentan con materia y forma según la concepción inmanentista del estagirita), y es su principio formal el que causa las propiedades comunes, sin embargo la forma es un principio netamente inmanente, de tal manera que es el intelecto el que genera los universales (y aquí aparece la ambigüedad alma-cuerpo, mente-cerebro, intelecto...(?)). Considera entonces una triple realidad para los universales:
1- Como entidades preexistentes a las cosas.
2- Como formas abstractas en las cosas.
3- como conceptos en el intelecto.

Nominalismo:

Roselino de Compiegne (1050-1120) afirma decididamente que solo existen seres individuales (posición abiertamente opuesta a la propuesta del realismo, y por tanto considerada herética). Si las cosas son así, los universales resultan siendo simples productos de la mente, solo palabras, solo nombres, golpes de voz que en realidad no existen.

El puntillazo final lo da Guillermo de Occam (1298-1349) quien desarrolla la posición de Roselino y niega tajantemente la existencia de los universales en la naturaleza (que es hasta donde alcanza el entendimiento humano. Para Occam solo los seres individuales pueden conocerse directamente, y este es el único conocimiento confiable. La ciencia entonces no puede apoyarse en los universales ya que no tendría validez. Debe por tanto el científico utilizar los conceptos universales como herramienta de su entendimiento, pero debe siempre referirse a cosas singulares. La lógica, que es un resultado de la abstracción, aplica su análisis a la ciencia y por lo tanto entra a analizar los universales a los cuales toma como formas mentales portadoras de significado, pero este significado es resultado de la abstracción que es simbólica.

Una posición como la de Occam da el punto de partida para que comience a desarrollarse la ciencia de tipo experimental, lo cual es uno de los factores determinantes en la aparición del renacimiento.

H.B.O.V.
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